sábado, 21 de abril de 2007

Mi nuevo Blog

En diciembre del año pasado, alentado por algunos amigos que me recomendaban abrir un sitio en Internet a través del cual pudiera intercambian opiniones con la gente y publicar novedades relacionadas con mi profesión, abrí mi primer Blog, bajo el dominio http://gustavofontan.blogspot.com/.

Como me pareció una muy buena idea, accedí a hacerlo con alguna que otra ayuda...El Blog fue creciendo en visitas y comentarios, circunstancia que coincidió con el lanzamiento comercial de mi último largometraje, EL ARBOL.

Y me permitió por primera vez actuar en tiempo real sobre un medio de comunicación, conforme se producían las novedades.

Sin embargo, en este último tiempo, y por razones que desconozco amén de haber agotado todos los medios disponibles para encontrarle una solución, no he podido ingresar más al Papel de Control de "mi primer blog" (algo relacionado con el ID y la clave que no son reconocidos), y me vi en la necesidad de crear otro para seguir comunicándome con la gente como lo he venido haciendo hasta hoy.

Mi nueva dirección, http://gustavo-fontan.blogspot.com/ será nuestro nuevo lugar de encuentro. En él también encontrarán algunas de las notas y críticas publicadas en el Blog anterior.

También incluí un Link al antiguo Blog; está ubicado en el sector izquierdo del nuevo, sobre mi foto), para acceder a la totalidad de lo publicado en caso que deseen hacerlo.

Bueno, los dejo por unos días, hasta mi regreso del Festival de Tribeca, donde competirá "El árbol". Hasta pronto.

Gustavo Fontán

Próximos pasos...

(Publicada originalmente el el Blog anterior del Director, marzo de 2007)

Hace casi dos meses ya del estreno, y EL ARBOL sigue en cartel. Para todos nosotros es una gran alegría ya que estamos convencidos de que una película se completa con el público. Ese encuentro con el otro es una renovación de muchas cosas: reflexiones, entusiasmos, convicciones.

Hay como un conjunto de circunstancias que quedan en el ámbito de lo privado: llamados o correos de personas desconocidas que después de ver la película sintieron deseos de contarnos algo.
Estos mensajes llegan y ocurren día a día, y son como una gran caja de Pandora, nos sorprenden, completan nuestra visión del mundo.
EL ARBOL tiene ahora nuevos desafíos por delante. Por un lado, llegará a varias ciudades del interior del país a través de los Espacios INCAA.

Por otra parte, competirá por el premio al mejor documental iberoamericano en el próximo Festival de Guadalajara (22 al 30 de marzo), y un mes después competirá en el Festival de Tribeca en Nueva York.
Quería aprovechar para agradecer a todos los que nos alentaron. Muchas gracias.
Gustavo

"El árbol" - Crítica; Diario La Nación, 1-2-07)

(Publicada originalmente en el Blog anterior)

El árbol (Argentina/2006). Guión y dirección: Gustavo Fontán. Fotografía y cámara: Diego Poleri. Montaje: Marcos Pastor. Sonido: Javier Farina. Con Julio Fontán y María Merlino. Presentada por Primer Plano. Hablada en español.
Duración: 65 minutos. Calificación: para todo público.

Por Claudio Minghetti

Pero ¿qué pasa si por lo contrario es el cineasta el que se propone apostar fuerte a un lenguaje cinematográfico poético? Parece imposible que una pintura, o la obra de un pintor, puedan ser llevadas al cine. Sin embargo, Víctor Erice logró hacer cine de acuerdo a las obras de Antonio López, al deslumbrar con la precisión con que en El sol del membrillo trasmite las obsesiones del artista hasta las últimas consecuencias.

En El árbol , Gustavo Fontán no adapta obra literaria, poesía o pintura alguna, sin embargo consigue reflejar, como en un poema o una pintura, la poesía que el tiempo, de manera inexorable, imprime a los rostros y a los cuerpos, en este caso los de sus padres, igual que a los árboles.

La obra de Fontán tiene un registro que podría definirse como documental pero, a la vez, queda en claro que es una representación de la realidad en la que sus padres, María y Julio intercambian posturas opuestas frente al destino de un par de acacias plantadas en la vereda de su casa, en Banfield. Uno de esos árboles, según la conclusión de la mujer, está seco, no tiene futuro; y puede ser peligroso para los que caminan por allí. Para su esposo, que lo plantó cuando nació uno de sus hijos, ese mismo árbol tiene todavía esperanzas de seguir vivo.

Trabajo obsesivo

"¿Hay entre los árboles una dicha pálida,/final, apenas verde, que es un pensamiento/ya, pensamiento fluido de los árboles,/luz pensada por estos en el anochecer?" dice un poema de Juan L. Ortiz (de El alba sube , 1937), con el que Fontán abre su relato, el que cumple la función de abrir camino a su propia metáfora acerca del paso del tiempo en esos seres queridos y aquel árbol, los mismos que lo acompañaron en su niñez y juventud.

Fontán recurre al esquema de Erice en El sol del membrillo al tomar apuntes acerca del discurrir del tiempo. Mientras el cineasta español siguió cuerpo a cuerpo a López mientras tomaba como modelo a un membrillo del jardín de su casa tal como era iluminado en un momento preciso, trabajo que se convirtió para uno y otro en una obsesión, el argentino sigue a sus padres y esos árboles, de acuerdo con las diferentes luces y colores de las cuatro estaciones, en un rodaje que duró dos años: los acaricia con su mirada.

Es en ese punto en el que tiene protagonismo la sorprendente fotografía de Diego Poleri que consiguió tanto en la primer copia digital (vista en el Bafici) como en la actual fílmica (que demoró más de seis meses en terminar), un singular registro de los verdes vegetales, de los claroscuros y del juego expresivo de las luces sobre los rostros.

También tiene papel protagónico la banda de sonido, sus ruidos apenas perceptibles, las voces, el agua que fluye de diferentes formas, responsabilidad de Javier Farina.

En El árbol no hay palabras de más ni de menos, tampoco imágenes que no cumplan un papel dentro de un todo que se va completando y ajustando minuto a minuto, y cada reflexión tiene que ver con la excusa elegida por el director para hablar del paso del tiempo, un tema que le preocupa, como a todos, incluso más que la muerte.

"El árbol" - Críticas

(Publicadas originalmente en el Blog anterior)

Un poema sobre el tiempo y la muerte (Crítica de Horacio Bernades; Diario Página 12, del 2-2-07)

El cuarto largometraje de Gustavo Fontán se mueve entre la vigilia y el sueño.

Se diría que es el sueño, y no la realidad, el que rige tonos, tiempos, el modo en que las imágenes de El árbol se escancian e intercalan.

Así lo explicita (sin el menor subrayado, dejando que sea el espectador quien lo advierta) una escena en que la protagonista anuncia que se va a dormir, tras lo cual se sucede una breve serie de imágenes cuasi fantasmales, intangibles, desligadas de todo hilo narrativo.

Sin embargo, todavía, esas imágenes son lejanamente reales y concretas, como suelen serlo las de los sueños.

Y eso que, se supone,

El árbol sería algo así como un documental, en el que los padres del protagonista discuten si talar o no una vieja acacia, situada al frente de su vieja casa de Banfield. Eso sería todo, y sin embargo es casi nada: lo que parece interesarle a Gustavo Fontán (Buenos Aires, 1960) no es tanto la imagen visible como la latente, esa que se vislumbra entre un plano y otro.

Expresión, tal vez, de otras fronteras: la que está entre la vigilia y el sueño, entre lo tangible y lo inaprensible. ¿Entre la vida y la muerte?.

Cuarto largometraje de Gustavo Fontán (contando documentales, ensayos experimentales y películas de ficción, films estrenados e inéditos), El árbol es uno de esos diamantes frágiles, luminosos y casi secretos que cada tanto el cine argentino entrega, y de los que películas como Hamaca paraguaya y Porno son muestra reciente. No hay una sola imagen de El árbol que no haya sido tomada de la realidad. Es más: el entorno, la argamasa con la que Fontán trabaja, es fácilmente adscribible a un realismo barrial argentino, con casas viejas, patios, glicinas, la presencia de los vecinos y la cocina como núcleo cotidiano.

Si en su punto más bajo ese realismo pare el costumbrismo (el propio Fontán había quedado atrapado ahí, en su hasta ahora único largo de ficción, Donde cae el sol, de 2002), aquí el realizador hace la operación inversa y lo eleva hasta la abstracción, con un simple procedimiento de mirada. El procedimiento consiste en observar el detalle mínimo antes que el hecho, lo que queda fuera del campo de acción en lugar de lo que ocupa el centro, aquello que suele darse por
conocido y sin embargo una mirada distinta puede iluminar como si fuera nuevo.

El método queda claro de entrada, antes de los títulos incluso, cuando se ve a la sesentona María (María Merlino, madre del realizador) realizando el más banal y mecánico de los rituales: colgar ropa en el patio. Al filmarlo en planos-detalles (el broche, la mano que lo engancha, la brisa que acaricia la ropa, las gotas que caen sobre el piso) de pronto, súbita y milagrosamente, ante los ojos del espectador colgar la ropa ha pasado a ser algo distinto. ¿Ha pasado a ser qué?

Básicamente, una cadencia casi musical de tempos y de luz, en la que el modo en que el rayo del sol incide sobre el plano y el tiempo en que cada plano se expone y se entrelaza con los que lo siguen y anteceden lo es todo.

Suite visual y musical en 65 minutos, no es que El árbol no tenga temas de los que hablar. Muy por el contrario.

En principio está la cuestión de la acacia, que no es una sino dos. Dos acacias contiguas, plantadas frente al hogar de los Fontán, de copas entrelazadas. Dos acacias tan viejas como los dueños de casa, que están en esa edad en la que se mira pasar el tiempo (como sucede sobre todo con él, con Julio), se vive entre recuerdos de muertos queridos (como es el caso de ella, de María) o se proyectan viejas diapositivas sobre la pared (como hacen ambos).

María quiere podar la acacia seca. Julio se resiste a hacerlo y riega la corteza carcomida en primavera, como si el tronco no estuviera invadido ya de hormigas y babosas. “Me parece que lo que pasa con tu abuelo es que como plantó el árbol cuando nació tu papá, no quiere tirarlo abajo”, le dice María al nieto, cuyo padre podría ser (o no) el propio realizador.

Si un tema discurre claramente a lo largo de El árbol es el tiempo. Y su primo, la muerte. El tiempo está presente en la piel apergaminada de María y Julio, en el modo lento en que los pies de ella se arrastran por los pasillos, en la manera en que él revisa su museo de anteojos personales y no logra encontrar el que usa, en el canturreo de la voz de ella, cuando recuerda su reiterado sueño de todas las noches o enumera el nombre de los parientes que ya no están.

Pero también en el modo en que el agua con la que se baldea el patio se filtra lentamente entre las lajas, desparramándose como si fuera el tiempo mismo.

¿Puede llegar a ser profundamente sobrecogedora la simple imagen del agua discurriendo en todas las direcciones, como sucede aquí? ¿Por qué, en tal caso?.
Difícil precisarlo, pero daría la sensación de que la delicada manera en que Diego Poleri persigue el sol y sus reflejos, los sonidos captados por Javier Farina y los planos que Marcos Pastor funde y encadena como acordes tienen todo que ver con ello.
El árbol se abre con una muy pertinente cita del poeta entrerriano Juan L. Ortiz, sobre el que el realizador prepara un próximo trabajo. Del mismo modo, ha filmado ya documentales sobre los poetas Jorge Calvetti y Jacobo Fijman, sobre Marechal y Macedonio.
Es posible que El árbol –que se exhibe en cuatro salas porteñas, en impecables copias de 35 mm– no necesite hablar de poesía, simple y definitivamente porque lo es.

Puntaje: 9
Argentina, 2006.
Dirección y guión
: Gustavo Fontán.
Fotografía: Diego Poleri.
Intérpretes: Julio Fontán y María Merlino.

Reedición de notas anteriores (Parte 1)

(Reedición de la Nota Publicada en el Blog anterior, el Domingo 7 de enero de 2007 - Gacetilla de Prensa)

"EL ARBOL", una película de GUSTAVO FONTAN


- Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires, 2006 - Competencia Argentina
- Festival Internacional De Cine de Polonia Sección Era New Horizons
- Muestra de Cine Argentino, Uruguay
- Festival Tandil CineFestival Internacional de Cine Pantalla Miramar


"¿Hay entre los árboles una dicha pálida,final, apenas verde, que es un pensamientoya, pensamiento fluido de los árboles,luz pensada por estos en el anochecer?"

Juan L. Ortiz


Sinopsis

Frente a la casa de MARÍA y (67) y JULIO (69), hay dos acacias, muy viejas. Sus ramas están enlazadas y parecen formar una sola copa. Una de ellas tiene toda la apariencia de estar seca.

Cuando llega la primavera y reverdecen, no es posible distinguir si las hojas crecidas son de uno o de los dos árboles.

MARÍA y JULIO discuten: ella cree que está seca y que hay que tirarla abajo; teme que se pueda caer sobre alguien. Él duda, cree que no está muerta todavía, y la riega, como en un acto de fe.

JULIO plantó esa acacia cuando nació uno de sus hijos y no le es fácil admitir lo que MARÍA dice. Enlazada con este conflicto se teje la vida de dos personajes en una casa de más de cien años. La visita de algún vecino, una fiesta, los recuerdos y los fantasmas, la lluvia y los sueños, las acciones reiteradas día a día, las estaciones, las variaciones de las luces y de las sombras, construyen la trama, para que todo, silenciosa e irreversiblemente, nos hable del paso del tiempo.

Sobre el proyecto - La cercanía emocional

“La casa donde se filmó la película es mi casa natal, en Banfield, un barrio del Gran Buenos Aires, levantada por mi bisabuelo hace más de cien años, y MARÍA y JULIO, los protagonistas de EL ARBOL, son mis padres.

Los árboles, las dos acacias, son parte de mi propia vida ya que, desde que tengo conciencia, estuvieron allí, como un símbolo del paso de los días y de las estaciones: el verdor de las hojas en la primavera, el resplandor luminoso de sus copas después de una lluvia en el verano, la caída de las hojas, cercana a su explosión en ocres y amarillos, la negritud de las ramas -espectrales a veces- en el invierno. Ya que la intención de la película es más poética que narrativa, considero importante esa cercanía emocional con los elementos del relato -no por una intención autobiográfica, que no la hay- sino porque me permite explorar en sensaciones, imágenes y sonidos, con más claridad”.

Poetizar lo cotidiano

“Aunque el conflicto -la discusión sobre si el árbol está seco o no- estructura el relato, le da cuerpo, la mirada se detiene y penetra en las cosas más simples: la sombra de una planta, las señales del nacimiento del viento o de la lluvia, el silencio de JULIO, los sueños de MARÍA, o las acciones cotidianas, como hacer la cama o la comida, colgar las sábanas lavadas, o barrer el patio.

Creo que hay algo de eterno en el pequeño suceso, en la modificación íntima, en las alteraciones de lo que vive y es rozado -siempre y de manera natural- por la muerte. Los ciclos, el paso del tiempo”.


Tratamiento estético

“La luz, la atmósfera de cada estación, era parte constructiva de la estética. El tiempo hecho pura instancia física. Por eso, el rodaje se realizó a lo largo de todas las estaciones del año. Las jornadas eran muchas veces la caza de la luz natural apropiada.

El sonido requería un tratamiento específico: partiendo de la referencia había que “extrañarlo”. El rodaje, por lo tanto, tuvo también varias jornadas de captura de sonidos en la casa, es decir un minucioso registro de los péndulos de los relojes, de losambientes en las distintas estaciones, de los crujidos de la madera, por ejemplo, para luego trabajar todo lo registrado cuidadosamente en la postproducción de modo que le aporte el clima apropiado a los distintos segmentos de la película.

Las pausas del rodaje, por otro lado, en relación al trabajo con las estaciones, nos permitieron trabajar en el montaje durante un año y medio. Se rodaba y se editaba. Se buscó en el montaje la fluidez en el paso del tiempo, una cadencia en las alteraciones emocionales, una unidad perceptiva y rítmica, y una asociación de objetos en leves metáforas”.

Gustavo Fontán


Ficha Artística y Técnica

PROTAGONISTAS: Julio Fontán y María Merlino
Argentina, 2006, 35 mm, 65 minutos
DIRECCION Y GUIÓN: Gustavo Fontán
PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Stella Maris Czerniakiewicz
DIRECCIÓN DE FOTOGRAFIA Y CAMARA: Diego Poleri
DIRECCIÓN DE SONIDO: Javier Farina
MONTAJE: Marcos Pastor


Acerca del Director

Gustavo Fontán nació el 24 de diciembre de 1960 en Buenos Aires. Se graduó en la LICENCIATURA EN LETRAS en la Facultad de Filosofía y Letras de la Univ. de Buenos Aires y en DIRECCION DE CINE en el Centro Experimental de Realización Cinematográfica (ENERC).

Desde 1993 y hasta la actualidad dicta cursos de Guión y Dirección de Cine en el Centro de Investigación en Video y Cine de Buenos Aires (CIEVIC), además de dar clases desde 1996 en la cátedra “Lenguaje Audiovisual” de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.

Durante los años 2002 y 2003 tuvo a su cargo la Cátedra de Guión Cinematográfico en la Carrera de Cine Documental de la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo, y ha dictado talleres y seminarios sobre distintos aspectos del lenguaje cinematográfico en Instituciones como el Centro Cultural Rojas y la EMAD (Escuela Municipal de Arte Dramático de la Ciudad de Buenos Aires).

Fuera de Argentina, desde 1996 dicta seminarios sobre Lenguaje Cinematográfico y Dirección de Actores en el CECC (Centro de Estudios Cinematográficos de Cataluña, Barcelona) y ha brindado conferencias en la IULM de Milán, en la Universidad de Navarra y en la Universidad de Minnesota.

Además de dedicarse a la actividad cinematográfica, ha dirigido obras de teatro entre las que se destacan Del maravilloso mundo de los animales: "Los corderos", de Daniel Veronese, "El despojamiento", de Griselda Gambaro; "El acompañamiento", de Carlos Gorostiza y "Ojalá venga pronto el pájaro del río" y "Umbral para dos solos", éstas dos últimas de su autoría.

En el ámbito de la literatura, ha publicado los libros de cuentos "La voz del sospechoso" (Corregidor, 1993) y "Los días vacíos" (1990).

Sus textos (poemas y cuentos) han aparecido además en diarios como La Nación y La Prensa, El litoral de Santa Fe y en revistas literarias como Amaru y Puro cuento, entre otras.

Participó también en las antologías "Cuentistas premiados" y "Al filo de la imagen" y fue incluido en las trilogías poéticas "Esa luz que retoña" y "Somos".

Filmografía

- EL ARBOL (Largometraje. 2006. Dirección y Guión)

- LA COSTA ERRANTE (Largometraje rodado en España. Producción de Grup Cinema Art, de Barcelona. Será estrenado durante 2007. Guión y Dirección)

- EL PAISAJE INVISIBLE (30 min. Documental sobre el poeta jujeño Jorge Calvetti. 2003. Producción, Guión y Dirección. Coproducción con Grup Cinema Art, de Barcelona. Fue estrenado en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. En el Festival de Santa Fe 2003 obtuvo el Premio Especial del Jurado. Participó en los Festivales de Mar del Plata, Lérida y Toulouse, 2004). Fue estrenado en el MALBA; oportunidad en la que también se proyectaron las otras películas sobre escritores realizadas por Gustavo Fontán.

- DONDE CAE EL SOL (Largometraje con Alfonso De Grazia y Mónica Gazpio. 2002. Producción, Guión y Dirección. En 2002, participó en el Festival de Mar del Plata, Festival de Olavaria. En el Festival de Lérida, 2003, obtuvo el Premio del Público. Compitió en el Festival de Toulouse, 2003. En el Festival de Viña del Mar 2003, obtuvo el Premio Especial del Jurado. Se estrenó en nuestro país el 19 de junio de 2003)

- MARECHAL O LA BATALLA DE LOS ANGELES (63 min. Documental. 2001. Guión y Dirección. La película contiene las únicas imágenes documentales del escritor argentino Leopoldo Marechal).

- RITOS DE PASO (60 min. Video. 1997. Guión y dirección. Trabajo experimental vinculado a la figura del filósofo y escritor argentino Macedonio Fernández).

- CANTO DEL CISNE (20 min. 16 mm. 1994, Guión y Dirección. Trabajo de estructura lírica en torno a la figura y la poética del poeta Jacobo Fijman, que vivió 30 años en un psiquiátrico -el Hospital Borda-).

- LUZ DE OTOÑO (30 min. 16 mm. 1992. Guión y Dirección.)

Otros trabajos en cine

Colaboró en el guión de LA CRUZ DEL SUR (largometraje escrito y dirigido por Pablo Reyero que compitió en el Festival de Cannes, 2003 y fue estrenada en Buenos Aires en el 2004). En 1994 participó como asistente de dirección en dos documentales producidos por Lita Stantic: MARIQUITA Y PERICHONA (Dirección de Clara Zapettini) y REGINA (Dirección de Laura Búa).

Críticas

- Revista Variety / Robert Koehler- “La exquisita película alternativa de Gustavo Fontán, El árbol, construye una experiencia resonante (...) la película es un triunfo del cine personal”.

- Diario Clarín / Diego Lerer- “En El árbol, Gustavo Fontán recupera ciertos ensayos documentales familiares al poner su cámara en la casa de su familia y lograr una pintura íntima y privada”.

- Diario La Nación / Claudio Minghetti- "Fontán consigue emocionar, y mucho, gracias también a la excelente fotografía de Diego Poleri, que (no es exagerado) recuerda a la de "El sol del membrillo".

- Página 12 / Horacio Bernades- "El árbol, de Gustavo Fontán, a fuerza de pura observación logra dotar a lo cotidiano de un aura que rodea lo sublime”.- Revista El Amante / Gustavo Castagna- “El árbol es eso: una confianza poco habitual en tempos narrativos, parsimoniosos y cautos, en valiosas y certeras reiteraciones de momentos cotidianos (...) Sin deslizarse nunca por los caminos trillados en este tipo de historias de vida. El árbol expresa su interés a través de un extraordinario trabajo de la cámara y de la luz (...) El triunfo mayor es apelar a una emoción contenida, acaso el camino más complejo de obtener cuando se hace cine”.

- Sin aliento (Diario del Festival BAFICI) / Máximo Eseverri- “Nunca una película tan extrema estuvo a la vez tan llena de paz: Fontán realizó este largometraje con sus propios padres de protagonistas y su casa natal como escenario, recorrido con sensibilidad poética y precisión microscópica. El árbol es una película sobre la espera y sobre la muerte, con la habilidad suficiente para evitar ser un film sobre la espera de la muerte”.

- Catálogo del BAFICI / Alejandro Ricagno- “El árbol nos roza casi materialmente en su reflexión sobre el paso del tiempo, las ausencias, y el delicado trabajo del cine como pudoroso testigo de nuestra finitud. Como en aquel “olmo centenario” del que hablaba Antonio Machado, El árbol de Fontán es a la vez melancolía de lo que pasa, y celebración de lo que resiste. Como a la espera de “otro milagro de la primavera”, milagro también del CINE que busca una instancia de poesía no declamada, de un soplo que nos roza y nos obliga a remontarnos en nuestra propia, íntima genealogía de memorias”.

Para mayor información, entrevistas y/o material fotográfico por favor comunicarse con la oficina de Prensa & comunicación, Sra. Lola Silberman. Contacto: Marisol Rivas+ ( 54) 49 42 60 39. E-mail: marisol@lolasilberman.com.ar - Web Site: www.lolasilberman.com.ar. Domocilio: Av. Independencia 2042 - Dto. 2 - CP. 1225 - Buenos Aires - Argentina. Horario: lunes a viernes, de 11 a 19 hs.

"Donde cae el sol", primer largometraje de Gustavo Fontán

(Reedición de la Nota publicada en el Blog anterior, el lunes 1 de enero de 2007 - Trailer "Donde cae el sol")

"Donde cae el sol" es el título del primer largometraje de Gustavo Fontán. Filmado íntegramente en su ciudad natal, Bánfield, en el gran Buenos Aires, cuenta la historia de amor entre Clara (Mónica Gazpio) y Enrique (Alfonso de Grazia), un hombre 30 años mayor.

Estrenada en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Argentina (Edición 2002), fue galardonada con el Premio del Público en el Festival de Lérida, España (Marzo de 2003) y con el Premio del Jurado en el Festival de Cine de Viña del Mar, Chile, del mismo año.

Más información sobre la película se encuentra alojada en Internet Movie Data Base, www.imdb.com (IMDB).


El árbol: Crítica de Variety

(Reedición de la la crítica realizada por Variety, revista especializada de la industria del espectáculo fundada en 1905, publicada originalmente en el Blog anterior. Se exhibe en su idioma original)

Buenos Aires -"The Tree" (El Arbol) (Documentary - Argentina) - By ROBERT KOEHLERA

Tercera Orilla presentation of a Stella Maris Czerniakiewicz production. (International sales: Tercera Orilla, Buenos Aires.). Executive producer: Czerniakiewicz. Directed, written by Gustavo Fontan. Camera (color, DV), Diego Poleri; editor, Marcos Pastor; sound, Javier Farina. Reviewed at Buenos Aires Independent Film Festival, April 13, 2006. Running time: 65 MIN.With: Julio Fontan, Maria Merlino.

"Gustavo Fontan's exquisite alternative pic "The Tree" builds a resonant experience from the filmmaker's father trying to figure out what to do with a dying tree in his Buenos Aires yard.

Filmed on superbly realized high-def video over a few seasons in Fontan's boyhood home, where parents Julio and Maria still live, the pic is a triumph of personal filmmaking, drawing universal feelings out of specific details. This is a gorgeous fest item and counterprogrammer to just about anything, and should find a passionate international following on vid.

Maria is certain the tree, planted the day Fontan was born is dead; Julio isn't sure, determined to find some way to keep it alive. Fontan isn't interested in the psychological background of this gentle, low-key disagreement, and avoids making judgments about the merits of either perspective.

Rather, Fontan's eyes (with gifted lenser Diego Poleri) are trained on the tiny details of everyday existence: The outside leaves swept up by Maria's broom, Julio's various eyeglasses, the army of ants crawling in and out of the dead tree, and most impressively, the shifts in weather from startlingly sunny to the growling rainstorms that appear to have the final word in the tree's fate.

The faces of young and old in Fontan's extended family become part of a fascinating mosaic, and a lovely tribute to the role families hold in Argentine life.


The film's aural scape (sound man Javier Farina making a crucial contribution) is a stunning montage of natural sound that adds to the pic's poetic feel. Vid lensing recalls the heights of Sven Nykvist's work with Ingmar Bergman, and will convince skeptics that HD cinematography is a real tool for artists.

Disponible en: http://www.variety.com/review/VE1117930411.html?categoryid=31&cs=1el

Mi nuevo Blog

En diciembre del año pasado, alentado por algunos amigos que me recomendaban abrir un sitio en Internet a través del cual pudiera intercambian opiniones con la gente y publicar novedades relacionadas con mi profesión, abrí mi primer Blog, bajo el dominio http://gustavofontan.blogspot.com/.

Como me pareció una muy buena idea, accedí a hacerlo con alguna que otra ayuda...

El Blog fue creciendo en visitas y comentarios, circunstancia que coincidió con el lanzamiento comercial de mi último largometraje, EL ARBOL. Y me permitió por primera vez actuar en tiempo real sobre un medio de comunicación, conforme se producían las novedades.

Sin embargo, en este último tiempo, y por razones que desconozco amén de haber agotado todos los medios disponibles para encontrarle una solución, no he podido ingresar más al Papel de Control de "mi primer blog" (algo relacionado con el ID y la clave que no son reconocidos), y me vi en la necesidad de crear otro para seguir comunicándome con la gente como lo he venido haciendo hasta hoy.

Mi nueva dirección, http://gustavo-fontan.blogspot.com/ será nuestro nuevo lugar de encuentro. En él también encontrarán las notas publicadas en el anterior, las que intentaréalojar en orden cronológico si todo va bien.

Los dejo por unos días, hasta mi regreso del Festival de Tribeca, donde competirá "El árbol".

Hasta pronto.

Gustavo Fontán